¿Cómo llevar adelante una entrevista de trabajo virtual?

Al igual que en una entrevista presencial, en una entrevista de trabajo online el entrevistado puede experimentar nervios y ansiedad. Por eso es recomendable que conozca cómo se desarrollan este tipo de reuniones y cómo serán abordadas por el empleador, para que no lo tomen de sorpresa y pueda responder con precisión.

En la fase inicial, ambos participantes se ponen en contacto por primera vez y se presentan. El entrevistador puede optar por detallar los motivos de la entrevista; o también puede hacer preguntas abiertas para crear un clima de confianza.

Luego, en algunas oportunidades, el entrevistador hace una descripción del puesto que se encuentra vacante. En este momento el entrevistador tiene sus primeras impresiones sobre el candidato. Algunos sostienen que ese es el momento crucial de la entrevista, pero no necesariamente la primera impresión tiene que ser la última.

Para la siguiente etapa de la entrevista laboral es fundamental que el candidato esté muy preparado, ya que el reclutador indagará sobre su formación para evaluar si coincide con el puesto vacante. ¿Cómo puede estar preparado? Es importante que el candidato haga una investigación previa sobre la empresa y el puesto de trabajo al que aplicó. En este sentido, se recomienda buscar publicaciones similares al puesto para conocer qué requisitos y competencias son valorados. Otro punto importante es que el postulante tenga actualizado su Curriculum Vitae. Lo que no está en el CV, no existe.

Ahora bien, existe una serie de consejos que aplican tanto para la entrevista de trabajo presencial como para la entrevista virtual.

En principio no hay que olvidarse de la puntualidad: aunque el encuentro sea virtual, es fundamental que el candidato se conecte a la hora pactada, ni más ni menos. Para eso debe estar familiarizado con la plataforma por la cual se realizará la entrevista online, y de esta forma, evitar complicaciones a la hora de unirse a la videollamada. De no ser así, es necesario que previamente instale el programa o descargue la aplicación y conozca su funcionamiento básico.

La apariencia es otro punto fundamental. A pesar de que el encuentro se haga desde la comodidad del hogar, el entrevistado debe mostrarse alineado y vestirse correctamente. De ninguna manera puede aparecer en pijama o de entrecasa.

A su vez, el ambiente en donde se concretará la entrevista virtual debe estar lo más despejado posible. Se recomienda que el candidato haga algunas pruebas de encuadre con la cámara del dispositivo que vaya a utilizar durante la videollamada, para no tener que moverla una vez iniciada la conversación y que se mantenga firme en el mismo ángulo. Lo ideal es que el entrevistado busque un lugar tranquilo, con buena luz y acústica, donde el resto de los convivientes no interrumpan o dificulten la comunicación.

Como también sucede en las entrevistas de trabajo presenciales, se aconseja que el postulante deje que el entrevistador lleve la iniciativa y sea él quien indique con su accionar la formalidad del trato. Por supuesto el entrevistado debe conocer el nombre de la persona que lo va a entrevistar.

La entrevista se trata de un diálogo, al menos entre dos personas. Por lo tanto, como en cualquier intercambio de información, se pone en juego tanto aquello que se dice con la palabra que se pronuncia, la comunicación verbal, como aquello que se dice con los gestos, es decir, la comunicación no verbal. 

En este sentido, el lenguaje utilizado debe ser acorde: ni demasiado culto ni demasiado coloquial. Es un error pensar que la entrevista virtual es una instancia más relajada, por eso el entrevistado debe cuidar su vocabulario. Emplear frases cortas y verbos de acción hará que el entrevistador no requiera de un exceso de concentración para entender lo que se dice. Es decir, que el discurso sea conciso y que la idea se exprese claramente. Otro recurso del lenguaje es la “reformulación positiva”:transformar las respuestas negativas en positivas.

Por más que la entrevista se lleve adelante a través de una pantalla, el lenguaje corporal es muy valioso. Aquellos gestos que denotan interés y atención suelen tener mejor efecto, por ejemplo: asentir con la cabeza o sonreír moderadamente. Si no se expresa ningún gesto, el postulante puede parecer ausente o distraído. A su vez, es importante que no se descuide la postura: el entrevistado no puede aparecer recostado en la cama o en el sillón.

En las entrevistas presenciales, el entrevistado debe mirar al interlocutor a los ojos. En el caso de una entrevista de trabajo virtual, es necesario que el candidato mire directo a la cámara y no a la pantalla al momento de responder sus preguntas. Dicha acción hará que el contacto sea fácil y franco. Además, el postulante debe evitar mirarse a sí mismo a través de la pantalla para no distraerse tratando de emprolijar su imagen.

En cuanto a las especificaciones técnicas, es necesario corroborar que todos los dispositivos (cámara, micrófono, parlantes y batería) funcionen correctamente, en especial, la conexión a Internet. En caso de que el candidato tenga algún inconveniente técnico que impida la comunicación, debe avisarle al entrevistador con tiempo y solicitar la reprogramación de la llamada. Una buena opción para reducir las interferencias del ambiente es el uso de auriculares con micrófono.

Es importante que el postulante pueda sacar el mejor provecho de la situación y realizar todas las consultas que le parezcan pertinentes. Este tipo de iniciativa por parte del entrevistado denota interés y seguridad. Además de incorporar estos datos, lo principal es que el postulante actúe de forma natural, pero sin olvidar que atraviesa un proceso de evaluación. Por eso debe escuchar atentamente las preguntas, tomarse unos segundos para pensar bien las respuestas, y tener en cuenta que no se encuentra en una videollamada informal.

Por último, en la fase de cierre de la entrevista laboral, tanto presencial como virtual, el entrevistador suele volver sobre el tema del comienzo con una descripción más detallada de las condiciones ofrecidas. Si el entrevistador así lo tenía planeado, es probable que le informe al entrevistado sobre los próximos pasos a seguir como, por ejemplo, cuándo se comunicará la decisión que tome la empresa; la posibilidad de una segunda entrevista; o que no quieran mantenerlo dentro del proceso.