Todo lo que un franquiciado debe saber antes de invertir en una franquicia

Según la revista Apertura hay una serie de untos que es fundamental tener presentes antes de invertir en la franquicia, o mismo si uno ya está embarcado en este tipo de negocio.

Como en cualquier tipo de negocio, la caja suele contar con dinero en efectivo. Sin embargo, es muy importante entender que ese dinero no es del franquiciado. De ese efectivo deberán salir los recursos para afrontar todos los gastos que tienen que ver con el inmueble, el producto, los empleados, etc. No es lo mismo la facturación, que la ganancia. Por lo tanto es imprescindible tener una gran disciplina en el manejo de la caja.

La locación es fundamental. Uno puede tener la gestión más eficiente, pero si el local es malo, está mal ubicado y no ha sido bien elegido, todo el esfuerzo puede irse por la borda. Teniendo en cuenta que una franquicia tiene que ver con repetir un concepto en otro lugar, si se selecciona bien el local, probablemente el negocio salga adelante.

A la hora de elegir el local es importante tener presente que las dimensiones y distribución deben ser las adecuadas y que la ubicación es fundamental. No es lo mismo una calle perdida en un barrio poco transitado que un lugar que cuente con un flujo de personas acorde a lo que requiere el negocio.

Recuperación de la inversión. Como cualquier negocio de este tipo, los plazos no son exactos. Si bien las marcas suelen brindar un plazo aproximado en el que se recuperaría lo invertido, no siempre esto se cumple a rajatabla. Puede ir, a grandes rasgos, entre los 18 meses y los tres años.

Además esta situación depende del objetivo que uno se haya planteado. Si la franquicia ofrece la posibilidad obtener un salario acorde con las expectativas y nivel de vida, entonces el tiempo en el que se recupera lo invertido es secundario. Si el inversor lo único que quiere es recuperar lo invertido, entonces debería pensar en otro tipo de opciones.

Conocer a la marca. Es importante ver como se gestiona el negocio, más allá de que uno pueda ser consumidor de esa marca. Hay variables importantes como los proveedores, de los cuales va a depender gran parte del negocio. El franquiciado debe asegurarse de que el franquiciante siempre tendrá el producto disponible y en condiciones para abastecerlo.

En el mercado mencionan el ejemplo de una conocida marca de cerveza artesanal que, abruptamente, tuvo que dejar de otorgar franquicias (aunque existían muchos interesados por abrir locales con esa propuesta), ya que su propia capacidad productiva no era suficiente para proveerlos a todos.

Cumplir con la legislación vigente. La puesta en vigor del nuevo Código Civil y Comercial el año pasado generó  trajo novedades para el negocio de las franquicias, por lo tanto es importante entender bien estos cambios. Una de las novedades que presenta es que despeja las dudas sobre un tema que muchas veces fue un gris: el fin de la solidaridad del franquiciante con el franquiciado en el caso de que éste tenga conflictos laborales.

Otra incorporación es que delimita el concepto, y preserva así el modelo de franquicias para aquellos negocios probados y que funcionan. De esta forma, se requieren dos ejercicios cerrados para lanzarse

La locación. Así como se mencionó anteriormente que la ubicación del local es fundamental,  es importante también tener presente la cercanía de otros locales similares. Cuando se arregla el contrato con el franquiciante, debe quedar claro la delimitación de cuál será el territorio exclusivo, ya sea por extensión o por población. Eso asegura un mercado potencial para la actividad.

Hay marcas que no plantean una delimitación lo que significa que si la empresa lo determina, a un franquiciado le pueden poner un local de la misma marca en la misma cuadra que el suyo. Por otro lado, hay otras marcas también en expansión que plantean un mínimo de personas que debe haber como potenciales clientes, a la hora de colocar una franquicia.

Los problemas con los proveedores. Hay marcas que se presentan como único proveedor. Entonces, si bien el producto ofrecido puede ser la estrella, el inversor puede quedar con poco margen de acción si el franquiciante no trabaja de la mejor manera, por lo que hay que reducir el margen de error y estar atento a cada detalle antes de firmar.

Promociones con bancos y tarjetas de crédito. Quien las solventa. En la economía de los últimos años, es un hábito de consumo muy común. Pero en el caso de las franquicias, hay diferentes escenarios a la hora de determinar quién absorbe el costo. No es lo mismo el local propio, que probablemente pueda asumir sin gran perjuicio, que el franquiciado a quien seguramente le impacte más fuerte si se le saca un 40 por ciento. En general, hoy las marcas tienen la política de absorberlo mitad y mitad, y dar la opción de participar o no.

Duración de los contratos. Cuando se inicia un nuevo negocio de franchising, hay que tener en cuenta que se firman dos contratos paralelos. Por un lado, con la marca franquiciante. Y por el otro, el de alquiler del local. En este sentido, la nueva ley pone un plazo mínimo de cuatro años a la relación comercial: El franquiciado sabe que invierte por ese plazo mínimo. Esto permite planificar a más largo plazo y buscar un local con el que se pueda trabajar en un período similar, a fin de evitar que existan desfasajes.

Los costos iniciales son mayores al fee de ingreso. Cuando un inversor decide lanzarse a comprar una franquicia, debe considerar múltiples costos que van más allá del fee de ingreso y que varían en cada caso. Tiene que tener presente el alquiler del local, la puesta a punto del lugar (cumplir con los requisitos establecidos por la marca). Tal vez con el contrato de alquiler, el primer mes tenga que poner más dinero del planeado para efectivamente firmar el contrato. Cuando se encuentra un lugar adecuado, puede tener que desembolsar el equivalente de hasta cinco meses de alquiler (dos por adelantado,  uno de garantía y dos de comisión para la inmobiliaria). A esto hay que sumar el pago de salarios, que tal vez deba hacerlo incluso antes de empezar a vender. Conseguir a los empleados ideales no sucede de un día para el otro. Y si bien, idealmente, todos deben empezar a cobrar cuando abre el local, no siempre se puede. Por ejemplo, si tienen un período de entrenamiento, o si trabajan en la puesta a punto del local, se debe contratarlos desde antes.

Otro dato a tener presente, es que aunque la marca ya exista y este probado que funciona bien, el negocio debe generarse su propia clientela y eso no sucede instantáneamente. Por lo tanto hasta que eso suceda, el franquiciado debe tener la espalda financiera para afrontar los gastos durante el proceso.