Cómo manejar a un jefe demandante

Según el diario estadounidense Wall Street Journal, responder a demandas irracionales genera que el jefe asuma que está bien su posición. Incluso algunos tipos de respuestas pueden empeorar el problema según la investigadora Sheila Heen de la Escuela de Leyes de Harvard. La escritora, coautora del libro “Conversaciones difíciles,” explica que aceptar educadamente una fecha límite para un lunes mientras uno piensa que es una locura y planea responder el martes puede generar, incluso, que el jefe comience a poner fechas límite incluso anteriores.

Evitar los mensajes de texto, las llamadas o e mails puede producir que el jefe persiga aún más.

La respuesta a este problema es negociar una solución. Permitir que el jefe vea que, efectivamente hay un problema, porque un jefe intrusivo se torna aún peor cuando el empleado desaparece o no da respuestas.

La diferencia radica en el origen de las demandas de los jefes. Algunos de ellos tienen esta característica debido a que sus carreras están en notable ascenso y, por lo tanto, intentan atraer los proyectos más excitantes así como rodearse de aquellos empleados que vayan a la par de él en el camino.

Sin embargo otros jefes de este tipo tienen esta forma de actuar debido a que son ansiosos, desorganizados o se focalizan en la próxima crisis y no prestan atención a aquello que sus empleados están haciendo.