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Gestión y Management
Organizar y distribuir las distintas tareas es fundamental para todos aquellos que se dedican a emprender. Pero no siempre es fácil lograrlo. Por eso, es indispensable conocer algunas pautas que nos permitan gestionar mejor nuestro tiempo para obtener los mayores beneficios posibles en nuestro emprendimiento.
Organizar nuestro tiempo no es tarea sencilla: cumplir con las distintas responsabilidades de nuestro día a día, responder a las demandas de los otros y encontrar tiempo para el ocio y el placer muchas veces parece convertirse en una tarea imposible.
Y, en el caso de los emprendedores, esto puede tornarse un poco más complejo, ya que muchas veces no hay posibilidad de diversificar las tareas, lo que produce un inevitable colapso que no, solo perjudica el trabajo que realizan, sino también a las personas que atraviesan esa situación.
5 Estrategias gestionar el tiempo
Es necesario tener en cuenta que existen algunas estrategias que serán de utilidad para gestionar mejor nuestro tiempo para poder, no solo rendir mejor, sino también aumentar los beneficios de nuestro negocio.
1. Establecer prioridades
Lo primero que debe hacer todo emprendedor, al momento de llevar adelante su trabajo, es establecer cuáles son aquellas tareas a las que se le deben dar prioridad y cuáles pueden quedar para otro momento.
Querer hacer todo junto es un grave error, porque solo derivará en frustración, ya que es imposible abarcar todo en un mismo momento. Y, como dice el dicho, “el que mucho abarca, poco aprieta”.
Entonces, es fundamental tomarse un tiempo para ver qué cosas son urgentes y cuáles son postergables. Y, para poder tenerlo presente, es aconsejable contar con una agenda o calendario en los que se pueda estipular qué día se realizará cada actividad y, de ser posible, incluso establecer un tiempo estimado para cada una.
2. Concentrarse
Una vez establecidas las prioridades, es momento de comenzar a realizar aquella tarea pautada. Pero muchas veces, al hacerlo, frenamos para hacer otras cosas. Y, lo único que provoca eso, es que la actividad se extienda mucho más en el tiempo de lo que es realmente necesario.
Por lo tanto, algunas opciones para evitar las distracciones implican:
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Buscar un lugar de trabajo que no sea el mismo en el que se realizan otras tareas cotidianas
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Mantener alejado el celular o cualquier dispositivo electrónico que nos invite a distraernos durante la ejecución de la tarea
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Poner toda nuestra energía y concentración en lo que estamos haciendo
3. Fijar metas
En muchas ocasiones, solemos llevar adelante muchas actividades diferentes a la vez, por el simple hecho de no tener una meta fijada.
Por eso, establecer objetivos a corto, mediano y largo plazo es indispensable para poder priorizar aquellas tareas que necesitemos realizar para cumplirlas e, incluso, de cuánto tiempo disponemos para hacerlas.
En este sentido, es bueno que, al fijar esas metas, se establezcan fechas límite de realización, de manera que podamos saber cuánto tiempo tenemos para cumplirlas y cuál es la mejor distribución posible de las actividades a realizar en pos de ese objetivo.
4. No descuidar el tiempo personal
Ser emprendedor muchas veces provoca que se desdibuje la línea que separa el tiempo laboral del tiempo personal. Y, si bien en algunas ocasiones podemos necesitar extender un poco nuestro horario laboral, que se convierta en una práctica habitual puede ser muy perjudicial.
Como seres humanos necesitamos disponer de tiempo libre para realizar actividades de dispersión, tranquilizarnos y poner nuestra mente en otro lugar que no sea el trabajo. Por lo tanto, si tenemos dificultades para lograr eso, es bueno fijar un horario laboral habitual para saber en qué momento tenemos que cortar.
Esto es fundamental porque, además, la falta de descanso y de tiempo de dispersión influyen negativamente en nuestro poder de concentración, lo que nos hará más proclives a cometer errores y, por ende, a tener que invertir más tiempo para corregirlos.
5. Delegar
Ser emprendedores no significa ser superhéroes. Todas las personas tenemos distintas fortalezas y debilidades a la hora de llevar a cabo distintas tareas.
Por lo que, siempre que se pueda, es bueno poder delegar actividades en otros. No solo porque consideremos que pueden hacer determinadas cosas mejor que nosotros, sino, fundamentalmente, porque eso nos dará más tiempo para concentrarnos en otras actividades.
Entonces, gestionar eficazmente nuestro tiempo no solo resultará de gran utilidad para nuestro bienestar personal, sino también para mejorar nuestro emprendimiento. Esto se debe a que, de esta manera, podremos evitar incumplimientos o errores, situaciones que pueden ser muy mal vistas por nuestros clientes o potenciales consumidores.
Por eso, no hay que olvidar que la forma en la que administremos nuestro tiempo aumentará nuestra productividad y nos permitirá hacer nuestro trabajo más rápidamente. Pero, también, con una mayor calidad. Y eso es lo que, a fin de cuentas, nuestros clientes esperan de nosotros.
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