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Análisis FODA: una herramienta clave para potenciar nuestra empresa

Análisis FODA: una herramienta clave para potenciar nuestra empresa
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En
Marketing
Hacer una autoevaluación de los factores internos y externos que afectan a nuestra organización es indispensable para detectar oportunidades de crecimiento y desarrollo. Por eso, el análisis FODA es una excelente herramienta para realizar un diagnóstico del estado de nuestra empresa y potenciarla al máximo.
 
En un mercado tan competitivo como el actual, destacarnos y diferenciarnos de la competencia puede tornarse muy complejo. Y más aún si no conocemos cuáles son los aspectos positivos y negativos de nuestro negocio.
Por eso es que, en la actualidad, una actividad fundamental del área de marketing es el análisis FODA, que permite conocer dónde estamos parados y cuáles son nuestras posibilidades de crecimiento.
Las siglas FODA corresponden a “fortalezas”, “oportunidades”, “debilidades” y “amenazas”, por lo que es una excelente estrategia para conocer, no solamente aquellas ventajas competitivas que tiene nuestra empresa, sino también cuáles son los aspectos negativos en los que tenemos que trabajar para potenciar nuestro negocio.
Además, este análisis tiene la ventaja de que puede ser utilizado tanto por emprendedores como por pequeñas, medianas y grandes empresas, debido a que se puede realizar fácilmente y con herramientas sencillas y prácticas que nos resultarán de utilidad a la hora de tener que tomar decisiones relacionadas con el rumbo de nuestra organización.
Incluso, en muchos casos, realizar un análisis FODA puede ser una excelente estrategia para desarrollar nuestra marca personal y determinar los planes de acción necesarios para que resulte exitosa.
 
Cómo realizar un análisis FODA
Una de las características del análisis FODA es su simpleza. Esto se debe a que basta con armar una planilla dividida en 4 sectores, en los que podamos plasmar todo aquello que consideramos como fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.
Para ello, podemos optar por hacerlo a mano, con lápiz y papel, o incluso podemos encontrar en Internet varias opciones de planillas prediseñadas para agilizar nuestra tarea.
Ahora bien, lo que hay que tener en cuenta, a la hora de hacer este análisis, es que no podemos hacerlo con lo primero que se nos cruza por la cabeza o de una manera superficial: es esencial dedicarle tiempo y hacer un estudio en profundidad de todos aquellos aspectos positivos y negativos de nuestro negocio, para que el resultado nos permita tomar las acciones adecuadas.
Entonces, una vez establecido esto, será momento de centrarnos en cada uno de los aspectos que considera este análisis, teniendo en cuenta que dos (las fortalezas y debilidades) son internos, o propios de nuestra organización, mientras que los otros (oportunidades y amenazas) se corresponden a factores externos, o ajenos a nuestra empresa.
1. Fortalezas
Para determinar las fortalezas de nuestro negocio, debemos preguntarnos qué es lo que estamos haciendo bien. Es decir, cuáles son aquellos aspectos positivos que nos permiten sobresalir en el mercado y que nos diferencian de nuestros competidores.
Por eso, algunas preguntas que podemos hacernos, para detectar estos aspectos clave, son:
  • ¿Qué estamos haciendo bien?
  • ¿Por qué nos eligen a nosotros por sobre las demás opciones?
  • ¿Cuáles son las habilidades que nos destacan?
  • ¿Qué les gusta a nuestros consumidores de nuestra organización?
Lo importante de conocer nuestras fortalezas radica en que vamos a poder trabajar para que se mantengan funcionando correctamente, pero también potenciarlas, para lograr, así, aumentar la imagen positiva de nuestro negocio.
2. Debilidades
En el polo opuesto de las fortalezas se encuentran las debilidades, que no son más que aquellos aspectos negativos que posee nuestra empresa. En otras palabras, lo que nos pone en una situación de desventaja frente a la competencia y que no nos permite alcanzar nuestros objetivos.
Para conocer esto, debemos preguntarnos:
  • ¿Cuáles son los aspectos que no funcionan bien en nuestra organización?
  • ¿Qué se puede mejorar?
  • ¿De qué recursos o habilidades carecemos?
  • ¿Qué necesitamos para mejorar nuestro rendimiento?
Así, al encontrar las respuestas a estas preguntas, podremos pensar determinados planes de acción que nos ayuden a resolver estos problemas y que nos permitan mejorar a futuro.
3. Oportunidades
Las oportunidades hacen referencia a aquellos factores externos, sobre los cuales no tenemos ningún tipo de control, que pueden resultarnos positivos a la hora de obtener alguna ventaja competitiva.
Entonces, para analizarlas, se debe conocer el entorno en el cuál se encuentra inmersa nuestra compañía, y cuáles son aquellos elementos que podríamos utilizar a nuestro favor al momento de desarrollar nuestra estrategia.
De esta manera, para identificarlas, tendríamos que responder:
  • ¿Cuáles son las tendencias del mercado que mejoran la situación de nuestra empresa?
  • ¿Qué recursos podríamos aprovechar para mejorar nuestras debilidades?
  • ¿Cuáles son los cambios externos que podrían beneficiarnos?
  • ¿Qué resulta relevante para nuestro segmento de consumidores?
Lo bueno de conocer las oportunidades es que nos permiten estar un paso adelante en la planificación y desarrollo de planes de acción para aprovecharlas al máximo y obtener las ventajas que de ellas se derivan.
4. Amenazas
Las amenazas funcionan de la misma manera que las oportunidades, pero resaltando aquellos aspectos negativos que podrían ser perjudiciales para nuestra organización.
Estos factores externos son difíciles de controlar y pueden dañar profundamente a nuestra empresa. Es por ese motivo que adelantarnos, y analizar cuáles son estas amenazas, nos puede servir para estar preparados y poder enfrentarlas de la mejor manera posible.
Algunas preguntas para detectarlas son:
  • ¿A qué obstáculos se enfrenta nuestro negocio?
  • ¿Existen circunstancias financieras o económicas que podrían afectar negativamente nuestra prestación de servicios o venta de productos?
  • ¿Cuáles son los aspectos en los que nos supera nuestra competencia?
  • ¿Qué tendencias del mercado podrían atentar contra nuestra empresa?
De esta manera, al conocer las amenazas a las que nos enfrentamos, nos resultará más fácil estar preparados y contar con planes de acción que nos permitan resolver estas contingencias de manera favorable.
 
Lo importante del análisis FODA es que nos permite estar siempre un paso adelante, porque conocer el estado actual de nuestra empresa nos ayuda a determinar sobre qué tenemos que trabajar si queremos crecer y desarrollarnos en el mercado.
Por eso, es una excelente estrategia de previsión que toda compañía debería realizar para que puedan estar preparadas para resolver las vicisitudes que se puedan llegar a presentar, pero también para sacar el mayor provecho posible de aquellos aspectos positivos que nos pueden ayudar a potenciar nuestro negocio. 
 
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