Las conciliaciones bancarias son un procedimiento que nos permite detectar cualquier discrepancia que pueda existir en las finanzas de una empresa. Por eso, es fundamental llevar a cabo este proceso que nos ayudará a determinar el origen de las diferencias para su posterior corrección.
Cada empresa, organización o emprendimiento realiza diversas operaciones económicas asociadas a su actividad. La compra de insumos, los pagos a los proveedores y las cobranzas son algunos ejemplos de movimientos económicos mensuales que se deben realizar para mantener el correcto funcionamiento de la empresa.
Y todos estos movimientos se verán reflejados en las cuentas bancarias, pero también en los registros contables de cada organización.
Sin embargo, en muchas ocasiones puede ocurrir que la comparación de esta información no coincida por diversos factores: pueden existir errores bancarios o errores en los libros contables que produzcan diferencias en los importes registrados.
Por ese motivo, es indispensable realizar las conciliaciones bancarias, que no son más que un método de control interno de cada organización para verificar dónde se produjeron las discrepancias, por qué motivo y, en caso de corresponder, realizar los ajustes correspondientes.
Lo que sucede es que el objetivo de este procedimiento, que si bien no es obligatorio es sumamente aconsejable realizar, no es necesariamente hacer coincidir ambos registros, sino que lo que se busca es identificar claramente por qué se produjeron las diferencias para contar con información precisa del estado económico de la compañía.
Por qué se producen las diferencias
Por más metódicos y prolijos que sean en las compañías, lo cierto es que es muy poco probable que los registros bancarios y los de la empresa coincidan al 100%.
Y esto se debe a diversos factores. Algunos de ellos son:
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Los gastos y los impuestos bancarios, que se debitan automáticamente de la cuenta bancaria y que solo se podrán registrar posteriormente a su realización.
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Cheques emitidos a proveedores que todavía no fueron cobrados.
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Cheques rechazados, tanto aquellos emitidos por la empresa, como aquellos recibidos, y que el banco anulará para dar cuenta de que la operación no fue exitosa.
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Transferencias o depósitos no identificados que se reciben en la cuenta bancaria de la organización, pero sin conocimiento de que se ha efectuado ese pago, por lo que no hay ningún registro de ese ingreso hasta tanto no lo informe quien lo efectuó.
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Datos no incluidos en los registros contables, que pueden ocurrir por error u omisión, como, por ejemplo, pagos realizados que no se registraron contablemente.
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Diferencias en los importes acreditados en el banco, que pueden ocurrir por diferencias de centavos, pagos anticipados, etc.
Por lo tanto, a la hora de verificar estos registros, encontraremos estas pequeñas diferencias que, al ir acumulándose, pueden dar como resultado un importe final completamente diferente en un registro y en el otro.
Por eso, es importante analizar dónde ocurrieron estas diferencias, y por qué, de manera que se puedan realizar los ajustes correspondientes para reducir esta discrepancia al mínimo posible.
3 beneficios de realizar las conciliaciones bancarias
Las conciliaciones bancarias son necesarias en cualquier tipo de empresa, porque sirven, no solo para corregir las diferencias que pudieran existir, sino, también, para llevar un control específico de la situación financiera de la compañía.
Y contar con esta información es indispensable para tomar decisiones y determinar planes de acción para el éxito de la organización.
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Llevar un control preciso de las finanzas de la empresa, conociendo con exactitud cuáles son los recursos económicos con los que cuenta.
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Mantener una administración eficaz de la contabilidad de la compañía, con información veraz y de calidad que sea útil para la toma de decisiones.
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Contar con información precisa para inspecciones o auditorías, debido a que las conciliaciones bancarias dan la seguridad de que la información contable refleja la realidad de la empresa.
Es por eso que, si bien puede resultar una tarea bastante engorrosa, lo cierto es que tomarse el tiempo de realizar las conciliaciones bancarias redundará en muchos beneficios para las empresas y permitirá que se pueda contar con información precisa para tomar las decisiones económico-financieras correspondientes para asegurar el éxito de la compañía.