10 pasos para armar un plan de RSE

¿Qué significa RSE?

La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) representa el reconocimiento e integración voluntaria en la gestión y las acciones de las instituciones, de las preocupaciones sociales, laborales, medio ambientales y de respeto a los derechos humanos de la comunidad en general.

La RSE simboliza el compromiso con la idea de organización como conjunto de personas que interactúan en la sociedad, es decir, la suma de individuos sociales. Una empresa ciudadana que contribuye a la sociedad, cuyo comportamiento va más allá del objetivo básico de obtener beneficio económico.

En este sentido las organizaciones consideran a las personas como su origen esencial, representadas en diversos grupos de interés con peculiaridades y distintos tipos de relación.

Los lineamientos de RSE están basados en prácticas más honestas, en la transparencia de la gestión y el respeto por el medio ambiente; que se ven legitimados en todos los agentes o grupos de interés, conocidos como stakeholders.

¿Qué son los stakeholders?

La palabra stakeholder significa en español: “participante”, “inversor”, “accionista”. Pero desde el punto de vista empresarial, este concepto se utiliza para referirse a los grupos de interés de una empresa. Según Edward Freeman, los stakeholder son “todas aquellas personas o entidades que pueden afectar o son afectados por las actividades de una empresa”. Es decir, los actores sociales que, producto de las decisiones y los objetivos de una empresa, están influenciados, ya sea de forma positiva o negativa. Así, por ejemplo, los dueños de una compañía, sus trabajadores, la comunidad donde opera y sus proveedores, forman parte de este grupo.

Existen dos tipos de grupos de interés:

• Grupos primarios: son fundamentales para operar una organización. Este grupo incluye a quienes tienen alguna relación económica con el negocio como, por ejemplo, los accionistas, los clientes, los proveedores y los trabajadores.
• Grupos secundarios: son aquellos que no participan directamente en el intercambio con una empresa, pero que sí pueden verse afectados por sus acciones. En esta categoría se encuentran los competidores, los medios de comunicación y las ONG, entre otros.

¿Cómo se arma un plan de RSE?

Una vez incorporado el concepto de Responsabilidad Social Empresaria y comprendidos sus grupos de interés, se puede comenzar a trazar los lineamientos que permitirán diseñar un plan de RSE efectivo. Para ello, es necesario tener en cuenta los siguientes pasos estratégicos:

1) Inventario de acciones de RSE.

En primer lugar, la compañía debe realizar un listado de aquellas acciones que lleva adelante en la actualidad, y que afectan positivamente a la comunidad. Por ejemplo, “fomentar el uso de las bicicletas como vehículo ecológico entre los empleados de la firma”; o “promover una dieta saludable para los empleados a través de la compra de fruta”. Este tipo de acciones debe estar orientado a posibles beneficios para la salud y el medio ambiente.

2) Los focus group.

Desde el área de Recursos Humanos es necesario que se planifiquen encuentros con los diferentes grupos de skateholders que se encuentran relacionados con la empresa. En este encuentro se conversará sobre los puntos de interés que tengan en común, además de los aspectos de la gestión empresarial ciudadana que puedan ser mejorados.

3) Sondear necesidades.

Para que el plan de RSE funcione es importante que la empresa se ponga en contacto con las asociaciones, ONGs y demás entidades intermedias de la sociedad, con el objetivo de relevar si existen necesidades que la organización podría solventar a través de sus competencias.

4) Peticiones viables.

La empresa que lleve a cabo el diseño de un plan de Responsabilidad Social tiene que realizar un análisis del tipo de vínculo que mantiene su organización con los grupos de interés institucionalizados o no. En este sentido, es necesario que considere cuáles de sus peticiones son viables y cuáles no.

5) Sumar a todos.

El área de Recursos Humanos procurará que todos los integrantes de la organización estén involucrados e informados sobre las medidas de RSE que desarrollará la compañía. En este sentido, trabajará sobre la motivación, el entusiasmo y el interés de los equipos de trabajo, para que los nuevos lineamientos de RSE sean ejecutados con éxito.

6) Acciones concretas.

Es fundamental que la compañía defina acciones concretas sobre el plan de responsabilidad social. Para ello, los directivos deben asignar responsables a cargo de que los lineamientos se cumplan; que informen a las autoridades si cuentan con los recursos para su realización; que comuniquen los avances en las etapas y cuáles son los plazos; y organicen las prioridades que deben perseguirse.

7) Compatibilidad RSE – marca.

El enfoque de responsabilidad social debe reflejar la manera en que la compañía hace sus negocios y, al mismo tiempo, demostrar complementariedad entre la marca y las definiciones de RSE. El concepto de responsabilidad social no debe rebajar el valor de la marca, sino que, por el contrario, tiene que sumar valor a la gestión.

8) “Cuánto tienes, cuánto inviertes”.

Las acciones de RSE deben ser proporcionales a los recursos de la empresa, para que sean viables y sostenibles en el tiempo. En esta línea, los responsables a cargo de ejecutar el plan de RSE tienen que realizar un presupuesto adecuado y razonable.

9) Impacto significativo.

Para avanzar con el plan, la empresa debe seleccionar “un grupo de beneficencia”, que sea compatible con las principales competencias de la compañía para brindarle soporte en sus principales necesidades. Dicha acción tendrá un impacto significativo en la comunidad y en la empresa.

10) Evaluar, medir, rectificar.

Finalmente, la empresa debe evaluar de alguna forma el plan de responsabilidad social. Para ello, es fundamental que lleve adelante mediciones periódicas y analice los resultados con honestidad, a fin de poder hacer las rectificaciones y los cambios necesarios a tiempo. Una adecuada evaluación pondrá de manifiesto el valor de todo el proceso.