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Tiempo Libre
Cambiar de carrera universitaria es, para la gran mayoría de las personas, un gran dilema. Pero, no tiene porque ser un gran problema si aprendemos a afrontarlo como una oportunidad.
Son muchas las personas que comienzan a cursar una carrera universitaria y que, en el transcurso de la misma, comienzan a pensar que quizás no era lo que esperaban o que no tienen la capacidad para aprobar las materias, o que, simplemente, no les gusta lo que estan estudiando.
Si bien este estado de nerviosismo y miedo que se genera al no saber si seguir nuestros sentimientos y dejar la carrera parece que se apodera de nosotros, cambiar de carrera universitaria no es tan malo como parece, y suelen ser más habituales de lo que creemos.
Por dicho motivo, es importante que a cada comienzo y cambio se lo entienda como parte de un proceso de aprendizaje y no como un fracaso. Además, las personas van evolucionando de manera constante, por lo que lo que nos puede gustar y atraer hoy, mañana quizás ya no.
Entonces, el hecho de querer cambiar de carrera universitaria no es algo malo o algo sobre lo que nos tenemos que preocupar, sino todo lo contrario: es muy valioso saber qué es lo que nos gusta, lo que disfrutamos hacer y aprender, lo que nos produce satisfacción, para poder acercarnos a la realización personal. Sin embargo, esto no es fácil, lleva todo un proceso.
Por eso, al momento de querer hacer un cambio, es esencial que podamos reconocer por qué lo queremos hacer, y acá hay que tener en cuenta no solo el hecho de que la carrera no nos gusta o que no creemos que es para nosotros, sino también el hecho de pensar qué es lo que queremos encontrar en el nuevo objetivo y camino que nos estamos enfocando. ¿En que nos ayudará esto? En evitar que con el tiempo, volvamos a caer en la misma duda.
Asimismo, es esencial que siempre podamos encontrar nuestra verdadera vocación, y que no consideremos al trabajo solo como una forma de ganar dinero. Es decir, lo ideal es ejercer nuestra profesión con pasión y ganas, porque verdaderamente nos gusta lo que hacemos, y no porque es una obligación para poder tener un sueldo o un pago.
De igual manera, también es fundamental que existan personas que se dedican a realizar orientaciones vocacionales para ayudar a otros a que sepan cuál es su verdadero camino en el mundo profesional. Lo que hace un orientador vocacional es, a través de varias y diversas preguntas que forman parte de un test vocacional, conocer al otro, saber sus gustos y también aquello que le disgusta, para poder orientarlo en elegir su carrera universitaria. Y no solo ayudan a los que están por empezar por primera vez una carrera, sino también a los que ya han pasado por la experiencia de abandonar una.
Cambiar de carrera universitaria no es fracasar ni perder el tiempo, por lo que, si se presenta esta situación, es esencial no desesperarse ni angustiarse. Todo sucede por algo y lo importante es hacer y estudiar lo que realmente nos gusta y apasiona, y tener en cuenta que de los errores se aprende, y estos suman a la experiencia de la vida.
1 de octubre: día internacional de la Música
Duración: 15 hs. 
