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Medicina y Salud
Concentrarnos en el aquí y ahora parece casi imposible en el mundo en el que vivimos. Sin embargo, gracias a la meditación tántrica es posible conectarse con el presente y conocernos mejor a nosotros mismos, de manera que podamos disfrutar mucho más de las experiencias cotidianas.
El estrés y el ritmo de vida actual nos llevan, sin darnos cuenta, a que tengamos la cabeza trabajando de manera constante, y en muchos lugares a la vez.
Por eso es frecuente que, incluso mientras realizamos distintas actividades de esparcimiento, estemos pensando en aquellas tareas que nos quedaron pendientes o en distintas preocupaciones que nos aquejan y no nos permiten disfrutar plenamente del momento que estamos viviendo.
Y si bien puede ser que estemos acostumbrados a eso, lo cierto es que, en la medida en que no podamos conectar en profundidad con el momento presente, nos resultará muy dificultoso poder sentir el placer y el gozo que nos ofrecen esos pequeños momentos cotidianos.
En este sentido, la meditación tántrica es una herramienta que nos ayuda a conectar con el aquí y ahora, tomando en consideración nuestros sentidos y todo lo que percibimos a través de ellos.
Esta experiencia sensorial nos permite, a su vez, conectarnos con nosotros mismos para conocernos en profundidad y sentirnos mejor, descubriendo aquello que nos genera placer y armonía. Y, una vez que podamos trasladar estas cualidades a nuestro día a día, podremos experimentar la sensación de vivir con plenitud cada momento.
Tantra: autoconocimiento y reconexión
Si bien es frecuente asociar al tantra con una práctica sexual, debido a la trascendencia que ha tenido el llamado “sexo tántrico”, lo cierto es que esta filosofía va mucho más allá de esto.
En realidad, el tantra implica una búsqueda de armonía a través del autoconocimiento. Para ello, el punto de partida tiene que ver con todo aquello que experimentamos a través de nuestros sentidos.
De esta manera, lo que se pretende es tomar un contacto consciente con todas aquellas experiencias mundanas o cotidianas, de manera que se pueda encontrar el gozo en lo ordinario.
Además, así como nos permite conectarnos con nosotros mismos a un nivel de mayor profundidad, también tiene un gran impacto en las relaciones que mantenemos con nuestro entorno, ya que nos permite elegir conscientemente a quienes queremos dedicarles nuestro tiempo y energía. De esta manera, los vínculos que podemos construir con el otro serán desde un lugar más espiritual.
Por lo tanto, esta técnica milenaria nacida en Oriente, y que encuentra su origen en el budismo y el hinduismo, tiene como objetivo lograr una reconexión no solo con nosotros mismos, sino también con aquellos que nos rodean, y con cada uno de los aspectos que se encuentran presentes en nuestra vida y que nos dan energía, placer y goce.
Conectarse con el presente
La meditación tántrica es una excelente estrategia que podemos utilizar cuando nos sentimos invadidos por todos los pensamientos que se encuentran dando vueltas en nuestra mente y no nos permiten conectarnos con el aquí y ahora.
Para ello, lo que busca es que nos centremos en nuestras sensaciones y sentidos, porque ellos son los que nos conectarán con el momento presente y con todo lo que estamos experimentando en ese momento.
De esta manera, lo que se busca es trascender ese plano mental, que es el que nos invade con todos aquellos pensamientos y preocupaciones del día a día, para conectar con una experiencia sensorial y espiritual que nos conecte con el momento presente.
Estas meditaciones pueden realizarse de manera individual o en pareja, lo que permitirá una conexión mucho más profunda con el otro y una sensación de unidad entre dos personas que se encuentran inmersas en una misma experiencia espiritual.
De lo que se trata, en líneas generales, es que, con los ojos cerrados, podamos hacernos conscientes de nuestro cuerpo y de todas las sensaciones que nos rodean: desde los olores, a los sonidos, los sabores y el tacto. Y, con los ojos abiertos, podemos reparar en todo aquello que vemos, pero siempre tratando de no distraernos con nuestros propios pensamientos.
Lo importante es no detenernos en cada una de esas sensaciones racionalizándolas y analizándolas, sino que tenemos que buscar experimentarlas. De cualquier manera, es probable que aparezcan pensamientos en nuestra mente y no debemos angustiarnos ni juzgarnos por ello, sino simplemente aceptarlos y dejarlos ir.
Existe una gran variedad de meditaciones tántricas guiadas, que nos ayudarán a realizar este recorrido. De hecho, es aconsejable llevarlas a cabo con personas especializadas que puedan ayudarnos a realizar estas prácticas.
Lo cierto es que al principio puede resultar difícil o desafiante, pero al hacer estas meditaciones con frecuencia, con el correr del tiempo comenzaremos a notar sus beneficios en nuestra vida cotidiana y experimentamos una sensación de mayor plenitud y autoconocimiento.
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Duración: 4 hs. 
